Camine mucho, permanezca lo menos posible de pie
Los ejercicios de venas y el deporte mantienen las venas en movimiento: el corazón bombea la sangre al cuerpo a través de las arterias. Una vez distribuida así por todas partes, la sangre retorna mediante el sistema venoso. Sin embargo, el latido no es lo suficientemente fuerte para el flujo de retorno de las piernas, por lo que los músculos de las piernas se encargan del trabajo de bombeo en las venas (bomba muscular de la pantorrilla). Cada vez que los músculos de las pantorrillas y los muslos se contraen, oprimen las venas y presionan la sangre hacia arriba. Las válvulas de las venas aseguran que la sangre no retroceda. Si no nos movemos mucho, o no nos movemos en absoluto, el transporte de la sangre en las venas es insuficiente. Quienes permanecen de pie o sentados durante mucho tiempo, corren el riesgo de tener un mal retorno de la sangre desde las piernas. Aunque las consecuencias son simplemente desagradables al principio, se pueden transformar en enfermedades venosas.
Consecuencias de la falta de ejercicio físico:
- Piernas cansadas y pesadas
- Piernas hinchadas
- Inflamación venosa
- Varices
- Úlceras de pierna
Por tanto, la mejor forma de prevención de las enfermedades venosas es el ejercicio físico. Al mantenernos en movimiento, incluso quienes se han sometido a una cirugía de varices, pueden prevenir que se formen nuevas varices. Las personas que pasan la mayor parte del tiempo sentadas deberían levantarse y hacer ejercicios con las piernas con mayor frecuencia. Otra norma importante es caminar mucho y estar de pie lo menos posible. Deportes como el ciclismo, la marcha nórdica o el footing también son buenos para las venas y la bomba muscular. Además, se puede mejorar el flujo sanguíneo con ejercicios específicos de las venas.
Giros con los pies
De puntillas
Levante las puntas de los pies
Balancear los pies
Otros ejemplos de ejercicios
- Túmbese de espaldas y haga la bicicleta con las piernas en el aire.
- Flexione una rodilla hasta el cuerpo mientras que la otra pierna permanece estirada.
- Apunte con una pierna hacia el techo y sujétela por la corva de la rodilla. La otra pierna permanece estirada en el suelo.
- Siéntese en el suelo con las piernas estiradas y apoye los brazos por detrás de usted. Levante una pierna estirada y gire el pie a la altura del tobillo.
Consejos para la vida cotidiana
- Muévase todo lo que pueda.
- Cambie de posición con mayor frecuencia, ponga los pies en alto si es posible (p. ej. al hablar por teléfono).
- Siga una dieta ligera y equilibrada.
- Pierda todo exceso de peso.
- Lleve ropa suelta y cómoda.
- Elija zapatos planos y cómodos.
- Dese una ducha en los pies regularmente con agua fría. Las duchas alternando agua caliente y fría fortalecen el tejido conectivo.
- Planifique sesiones regulares de 10 minutos de ejercicios de venas en su rutina diaria.