¿Qué es la osteoporosis?
La osteoporosis (pérdida de densidad ósea) es una enfermedad metabólica del esqueleto en la que los huesos pierden resistencia, se vuelven porosos. La enfermedad provoca fracturas óseas, particularmente en el antebrazo, en el cuello del fémur (cadera) o la columna vertebral.
Los huesos parecen estructuras rígidas y sólidas que apenas se alteran. En realidad, cuando el cuerpo está sano reina una actividad constante, siempre en equilibrio entre la descomposición y la elaboración de sustancia ósea. Pero si se descompone más sustancia ósea de la que se elabora, el resultado es una pérdida neta: así empieza la osteoporosis.
Los huesos pierden resistencia y tienen mayor tendencia a romperse. Los cuerpos vertebrales afectados se rompen, lo cual provoca deformaciones permanentes como las típicas “jorobas de anciano”, una forma de cifosis debida exclusivamente a la atrofia ósea. Un dolor intenso en la columna vertebral o en el esternón puede ser un signo de alarma de atrofia ósea, puede indicar que ya hay una o más vértebras fracturadas.
La osteoporosis se puede tratar
La osteoporosis se diagnostica principalmente en las mujeres – después de la menopausia – y también con frecuencia en personas que han recibido tratamiento con cortisona durante muchos años. La osteoporosis cuesta a nuestro sistema de salud pública varios miles de millones de libras, una cifra cuantiosa. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha incluido la osteoporosis en la lista de las diez enfermedades más importantes del mundo en nuestra época.
Pero, pese a lo abrumadoras que son las cifras, la osteoporosis se puede tratar, por ejemplo con ortesis de espalda. Estas enderezan la columna y se pueden integrar sin dificultad en la vida cotidiana devolviendo a los pacientes algo de su calidad de vida.
Las células hacen un trabajo duro
Los huesos nos parecen una sustancia rígida y firme que apenas cambia en absoluto una vez concluida la fase de crecimiento. Pero la apariencia es engañosa. En realidad, la sustancia ósea se elabora y descompone constantemente en nuestro cuerpo. Las células óseas trabajan sin descanso sustituyendo la sustancia gastada por hueso nuevo. Las hormonas, las vitaminas y otras sustancias mensajeras del organismo controlan estos "programas de rehabilitación".
La formación de hueso predomina hasta que alcanzamos aproximadamente los 30 años de edad. A partir de ahí, perdemos un pequeño porcentaje cada año. La falta de la hormona sexual en las mujeres en la menopausia acelera esta descomposición sustancialmente.
Signos y síntomas
Hay señales que ayudan a realizar un diagnóstico precoz. Estas incluyen la pérdida de altura a medida que avanza la edad. En ocasiones los huesos incluso se fracturan sin una causa aparente. Esto puede parecer difícil de imaginar en principio, pero algunos pacientes sufren fractura de costillas simplemente por toser. O incluso pequeñas caídas provocan una fractura de cadera o de muñeca.
Otro indicador de la osteoporosis es la llamada "joroba de viudas" (espalda redondeada). Cuando se empieza a sufrir un dolor continuo en la columna lumbar y dorsal, esto puede ser un signo de osteoporosis. Por tanto, es recomendable consultar al médico en un estadio precoz para aclarar la situación.
Factores de riesgo y causas
Osteoporosis primaria: Cerca del 95 % de todos los casos de atrofia ósea se deben a una osteoporosis primaria. La osteoporosis de tipo I afecta sobre todo a las mujeres después de la menopausia. La primera fractura ósea aparece unos ocho a diez años después de la última regla. Las más afectadas suelen ser las vértebras lumbares. La osteoporosis de tipo II suele provocar la primera fractura ósea pasados los 70 años de edad. Afecta sobre todo a las mujeres (dos tercios). Además de afectar a las vértebras, también afecta a los huesos largos del muslo y del brazo. Los factores de riesgo de aparición de una osteoporosis primaria son la predisposición familiar, el estado hormonal (aparición tardía de la primera regla e inicio precoz de la menopausia) y determinados estilos de vida (poco ejercicio, un reposo prolongado en cama, una alimentación pobre en calcio o rica en fosfatos –como la comida rápida, las bebidas de cola y los embutidos-, ciertos tóxicos alimentarios -como el alcohol, el café y los cigarrillos- y un peso escaso).
Osteoporosis secundaria: La osteoporosis secundaria es la consecuencia de determinadas enfermedades o un efecto secundario de algunos medicamentos. Los factores de riesgo de aparición de una osteoporosis secundaria son los medicamentos antiinflamatorios para tratar el asma o el reuma (cortisona), unas dosis elevadas de hormonas tiroideas, los derivados de la cumarina (Marcumar), los trastornos alimentarios crónicos como afecciones pancreáticas, intestinales, hepáticas o renales, determinados trastornos hormonales, como el hipertiroidismo o la diabetes mellitus, y los tumores malignos.
Causas – Por qué se vuelven frágiles los huesos
- Osteoporosis primaria: Cerca del 95% de todos los casos de atrofia ósea se deben a una osteoporosis primaria. La osteoporosis de tipo I afecta sobre todo a las mujeres después de la menopausia. La primera fractura ósea aparece de unos ocho a diez años después de la última regla. Las más afectadas suelen ser las vértebras lumbares. La osteoporosis de tipo II suele provocar la primera fractura ósea pasados los 70 años de edad. Afecta sobre todo a las mujeres (dos tercios). Además de las vértebras afecta también a los huesos largos del muslo y del brazo. Los factores de riesgo de aparición de una osteoporosis primaria son la predisposición familiar, el estado hormonal (aparición tardía de la primera regla e inicio precoz de la menopausia) y determinados estilos de vida (poco ejercicio, un tiempo prolongado en cama, una alimentación pobre en calcio o rica en fosfatos –como la comida rápida, las bebidas de cola y los embutidos-, ciertos tóxicos alimentarios -como el alcohol, el café y los cigarrillos- y un peso escaso).
- Osteoporosis secundaria: La osteoporosis secundaria es la consecuencia de determinadas enfermedades o un efecto secundario de algunos medicamentos. Los factores de riesgo de aparición de una osteoporosis secundaria son los medicamentos antiinflamatorios para tratar el asma o el reuma (cortisona), unas dosis elevadas de hormonas tiroideas, los derivados de la cumarina, los trastornos alimentarios crónicos como afecciones pancreáticas, intestinales, hepáticas o renales, determinados trastornos hormonales, como el hipertiroidismo o la diabetes mellitus, y los tumores malignos.
Prevención de la osteoporosis – Con el ejercicio y la alimentación
La buena noticia es que hay medidas preventivas que incluso las personas jóvenes deberían seguir para contrarrestar el riesgo de pérdida de masa ósea. La clave se encuentra en la dieta: comer o tomar al menos 1.000 miligramos de calcio cada día.
Suena fácil, pero ¿en qué alimentos hay calcio en realidad? El mineral para los huesos se encuentra, entre otras cosas, en los productos lácteos y en el pescado. Nuestro cuerpo también necesita vitamina D para que el calcio llegue a los huesos. El cuerpo sintetiza esta vitamina por sí mismo si la piel recibe luz solar. Pero la vitamina D también se puede tomar en forma de pastillas.
Además, el ejercicio físico es importante. Un entrenamiento muscular moderado es muy beneficioso para el esqueleto. Y otro consejo: si usted ya es quizás paciente de osteoporosis, deshágase de todas las cosas con las que podría tropezar.
¿Cómo se puede tratar la osteoporosis?
Puesto que uno de cada cinco pacientes sufre otra fractura ósea al cabo de 12 meses de la primera, es importante iniciar el tratamiento enseguida. El tratamiento de la osteoporosis es muy amplio y sigue una directriz.
Requiere un enfoque interdisciplinar, es decir, una cooperación entre varios especialistas. Como norma, el especialista de los huesos (osteólogo) receta medicamentos que previenen la descomposición del hueso y refuerzan su formación. Los cirujanos ortopédicos y lo neurocirujanos se ocupan de fracturas y cualquier posible intervención quirúrgica. Como regla general, debe ponerse en contacto con un especialista ortopédico u osteólogo para todas las cuestiones sobre la recuperación.
Tratamiento medicamentoso – Un componente fundamental de la terapia

Para tratar la atrofia ósea se utilizan los siguientes grupos de medicamentos:
Calcio y vitamina D son la base del tratamiento y la prevención. El calcio es el principal componente de la sustancia ósea mineral. La vitamina D favorece la absorción de calcio de la dieta y su incorporación a los huesos, y mejora la función muscular.
Bifosfatos inhiben la función de las células responsables de la descomposición ósea, que así se frena y aumenta la masa ósea, lo que a su vez consigue una importante reducción del riesgo de fracturas vertebrales y de las extremidades.
Moduladores selectivos de los receptores de estrógenos (SERM): La causa más frecuente de osteoporosis en las mujeres es la carencia de estrógenos tras la menopausia. Cuando faltan los estrógenos empieza a aumentar la destrucción de masa ósea. Si bien los estrógenos pueden evitar que se pierda masa ósea, también aumentan el riesgo de cáncer mamario y enfermedades cardiocirculatorias, y por eso no se utilizan en el tratamiento de la osteoporosis. Pero los moduladores de los receptores de estrógenos actúan sobre los receptores de estrógenos de los huesos, no sobre los del tejido mamario ni uterino, y por eso se pueden utilizar como tratamiento.
Calcitonina es una hormona elaborada por la glándula tiroides. Evita el desprendimiento de calcio y fosfatos de la masa ósea. Además estimula un incremento del depósito de ambas sustancias en los huesos. Actúa de forma parecida a la terapia hormonal con estrógenos, por lo que se suele aplicar como sustituto cuando aquella no está indicada. Además, también se utiliza en los hombres.
Analgésicos: Las fracturas provocan dolor. Las fracturas vertebrales que aparecen con especial frecuencia durante la osteoporosis limitan la movilidad. Por eso lo primero es tratar el dolor con los medicamentos correspondientes. Las ortesis de espalda ayudan en la terapia analgésica porque descargan la presión de las vértebras afectadas.
Fluoruros hace mucho tiempo que se utilizan en la terapia contra la osteoporosis. Se concentran en la masa ósea y aumentan su densidad, con mayor intensidad en la columna vertebral que en otros huesos. El tratamiento con fluoruros no debe durar más de tres años.
Terapia de movimiento – Ejercicio físico
El movimiento es una parte importante del tratamiento de la osteoporosis.
Cuando ya existe una fractura vertebral, la fisioterapia específica y los tratamientos físicos programados en colaboración entre el fisioterapeuta y el médico son muy útiles para reforzar la musculatura y recuperar la movilidad cuanto antes. Los medicamentos y una ortesis de espalda alivian el dolor. Una vez curada la fractura debe continuarse obligatoriamente la terapia de movimiento. Se debe entrenar sobre todo la resistencia de la musculatura de la espalda. Las ortesis de espalda especiales con Bio-Feedback sostienen la columna vertebral y favorecen la musculación. Además de los ejercicios con un fisioterapeuta existen determinados tipos de deporte especialmente adecuados para los pacientes con osteoporosis: ir de excursión o andar, el esquí de fondo, la natación o el baile. El entrenamiento es muy eficaz cuando se practica al aire libre, porque además de entrenar la musculatura con el ejercicio, también se estimula la formación de vitamina D en la piel.
Ejercicios en casa
Antes de empezar con los ejercicios, hable con el médico y/o con el fisioterapeuta. Si los ejercicios le provocan dolor, interrúmpalos de inmediato y consulte a su médico.
- No haga movimientos bruscos.
- Haga todos los ejercicios con suavidad y fluidez.
- Durante los mismos, respire suave y profundamente.
- Repítalos todos de tres a cinco veces, según su estado de forma.
- Hágalos periódicamente, de tres a cuatro veces por semana.
Ejercicios de pie
Mantenga las manos a la altura del pecho y presione las palmas entre sí tan fuerte como pueda.
- Estire los brazos hacia arriba y presione las palmas por encima de la cabeza tan fuerte como pueda.
- Ponga las manos a la altura del pecho.
- Presione fuertemente las puntas de los dedos de ambas manos entre sí.
- Póngase una toalla detrás de la cabeza y sujétela por ambos extremos.
- Tire fuertemente de la toalla hacia adelante mientras empuja con la cabeza hacia atrás.
- Sujete la toalla por ambos extremos a la altura de la cabeza.
- Tire con fuerza intentando separarlos.
- Levante una pierna y ponga la toalla alrededor de la rodilla.
- Tire de ambos extremos hacia arriba con fuerza mientras empuja con la rodilla hacia abajo.
- Repita cuatro o cinco veces y cambie de pierna.
Hacer círculos con los hombros
Hacer círculos con los hombros: repetir cuatro o cinco veces cada vez hacia adelante y hacia atrás.
- Levante los brazos y estire el tronco hacia arriba mientras hace una inspiración profunda.
- Vaya inclinando el tronco hacia abajo, deje colgar los brazos y espire lentamente.
- Ponga los brazos doblados a la altura del pecho.
- Abra los brazos y extiéndalos hacia atrás.
- Póngase las manos sobre las caderas. Inclínese hacia un lado y haga un rebote.
- Váyase inclinando alternativamente a un lado y a otro.
- Ponga el brazo izquierdo sobre el hombro derecho y el brazo derecho sobre el hombro izquierdo.
- Presione fuertemente ambos codos entre sí y mantenga la postura unos segundos.
- Cambie de brazos.
Póngase junto a una puerta
- Ponga una mano a cada lado del marco. Presione fuertemente las manos y manténgalas así durante unos segundos.
Fortalecimiento muscular

Fortalecimiento muscular
El entrenamiento con pesos desarrolla los músculos y, de este modo, genera estímulos positivos para crear masa ósea. Además, se mejora la postura. La ortesis de espalda Spinomed sujeta la espalda como una máquina de entrenamiento.
El sistema de cintas y la ortesis de espalda ejerce fuerzas de tensión en las zonas de la pelvis y los hombros. Esto provoca que los usuarios contraigan inconscientemente los músculos para adoptar una postura más erecta de la parte superior del cuerpo. Spinomed está recomendada en las directrices de la DVO (organización central alemana de osteología) para el tratamiento de la osteoporosis. El fortalecimiento de los músculos coordina la interacción entre los músculos para unos movimientos más armoniosos. El entrenamiento con pesas ilustra con particular claridad cómo las diferentes dosis de pesos y repeticiones de levantamiento llevan a diferentes resultados de entrenamiento:
1. Peso elevado - menos elevaciones
Esta combinación para vencer el peso máximo ejerce el estímulo más efectivo en los huesos. Es lo más apropiado para contrarrestar la pérdida ósea acelerada.
2. Peso bajo - muchas elevaciones
Levantar un peso bajo muchas veces específicamente entrena la resistencia. La influencia positiva en las actividades cotidianas y en la buena forma física en general se manifiesta pronto.
3. Pesos moderadamente pesados
Un entrenamiento combinado de pesos moderadamente pesados y levantamientos rápidos repetidos optimiza el rendimiento muscular, el equilibrio y la coordinación. El efecto es una mejora del sentido del equilibrio para prevenir las caídas.
Todo es cuestión de combinar
Variar los diferentes tipos de entrenamiento resulta ideal para mejorar todas las formas de fuerza. La recompensa es más masa muscular, mejor pronóstico para la calidad ósea, buena forma física y más seguridad al moverse. Descubra su tipo de ejercicio y lo que disfrutará con él. Asegúrese de consultar a su médico antes de empezar a entrenar.
Tratamiento funcional – Ortesis de espalda Spinomed de medi
Dada la estrecha interrelación entre músculos y huesos, la pérdida de masa de unos y otros siempre aparece simultáneamente.
Por lo tanto, si ya existe alguna fractura en la columna vertebral, además del tratamiento con medicamentos es importante una terapia con otros productos sanitarios (terapia funcional). Las fracturas provocan dolor y limitación de movimientos, lo que provoca pérdida de masa ósea. Los productos sanitarios modernos consiguen enderezar la columna vertebral a la vez que entrenan la musculatura.
Si bien antiguamente a los pacientes con fracturas vertebrales provocadas por la osteoporosis se les solía poner un corsé rígido para inmovilizarlos, lo que favorecía la pérdida de masa muscular, hoy en día se sabe que, además del tratamiento medicamentoso, es fundamental que siga la actividad muscular para recuperar la masa ósea.
medi ha desarrollado las nuevas ortesis Spinomed y Spinomed active junto con el Prof. Dr. Helmut W. Minne, para estimular la movilidad en casos de osteoporosis. Las ortesis enderezan el tronco y activan la musculatura dorsal, mientras que al mismo tiempo entrenan los músculos. La ortesis Spinomed es tan fácil de poner y quitar como una mochila. Spinomed active, una variante en forma de body, es prácticamente invisible debajo de la ropa.
El sistema de cintas y la ortesis de espalda Spinomed®
Las ortesis ejercen unas fuerzas de tensión controladas en la región de la pelvis y los hombros. Al adquirir una postura más erecta, a los pacientes les resulta más fácil respirar de nuevo más profundamente.
El dolor se alivia y se fortalece la masa muscular de forma demostrable. Además, la ortesis ayuda a mejorar la postura del cuerpo. Una almohadilla dorsal y un cinturón escapular ejercen una suave presión en cuanto la espalda se dobla. Así el paciente involuntariamente utiliza su propia fuerza muscular para enderezar la espalda y evitar esta presión. Los protésicos/ortesistas titulados en las ortopedias amoldarán la férula de espalda en la ortesis Spinomed exactamente al contorno de la columna vertebral.
¿Qué significa "Biofeedback"?
Entendemos por Biofeedback un método de la medicina del comportamiento para percibir actividades del cuerpo que pasan desapercibidas. Ambas ortesis de osteoporosis, Spinomed y Spinomed active, ejercen una suave presión mediante una almohadilla dorsal y un cinturón escapular, en cuanto la espalda se dobla. El cuerpo se endereza con su propia fuerza muscular para evitar la presión.
Aquí puede encontrar más información sobre Spinomed de medi.