Causas del dolor articular
Los esfuerzos bruscos son los más dolorosos. Lo típico es que la articulación duela “en frío", es decir, al empezar a moverse. Por ejemplo en la rodilla, el dolor aparece al salir del coche, tras estar bastante tiempo sentado. El dolor desaparece al empezar a moverse, pero reaparece tras un esfuerzo prolongado.
Los dolores articulares que se producen tras una caída, un golpe o algún otro accidente, pueden ser un indicio de un esguince, una luxación, una lesión tendinosa o una fractura ósea. Para un lego no suele ser fácil distinguir una lesión de otra. Por ejemplo, determinadas fracturas óseas y lesiones tendinosas no provocan prácticamente ninguna molestia, mientras que un esguince "banal" puede provocar un dolor intenso. Así que no espere a que el dolor articular desaparezca por sí solo, vaya al médico: es el único que puede decidir si necesita un tratamiento y cuál debe ser.
¿Un signo de artrosis?
Un dolor intenso puede ser el inicio de una artrosis (desgaste articular). Este dolor se agrava al llevar peso.