Abdominoplastia (estiramiento del abdomen)

Una abdominoplastia ayuda a restaurar la flaccidez de la pared abdominal

Plastia abdominal

Para un abdomen firme

Los embarazos, las variaciones del peso muy importantes o incluso el proceso de envejecimiento normal provocan una relajación de la pared abdominal.

Se forma un exceso de tejido muy desagradable, un abdomen "graso o colgante". Es frecuente que estos pliegues no puedan hacerse desaparecer de nuevo con la dieta ni con el deporte.

Por otro lado, en este caso no basta con una liposucción, porque lo primero que hay que hacer es eliminar el exceso de piel. Lo que hay que hacer es un estiramiento del abdomen, quizá combinado con una liposucción. Es una intervención que se hace con anestesia general e implica necesariamente un ingreso hospitalario.

Para hacer una plastia abdominal, se hace un corte horizontal sobre la línea del vello pubiano del bajo vientre. Un buen cirujano hace un corte de manera que la cicatriz siempre quede cubierta por la ropa interior o el traje de baño. A continuación se separa la piel y el tejido graso de la musculatura abdominal. Si la piel es suficientemente elástica, basta con tirar de ella y extirpar la que sobra. Se hace un nuevo orificio para el ombligo y se cierra la herida quirúrgica.

El tratamiento posterior es similar al de la liposucción. Pero el estiramiento de piel es una intervención sensiblemente más importante, porque se añade el tratamiento posterior de la herida quirúrgica. En este tipo de intervención los riesgos quirúrgicos generales también son mayores. Además, no debe empezarse a practicar deporte ni a levantar objetos pesados hasta transcurridas unas ocho semanas aproximadamente.