No elástico: inspirado en la naturaleza
Las jirafas tienen una presión venosa de más de 250 mmHg en los tobillos, tres veces superior a la de los seres humanos. Sin embargo, las jirafas no padecen linfedema ni trastornos venosos. La clave se encuentra en la piel: la piel de la jirafa no es elástica, es decir, no cede. Así, las jirafas no son propensas al linfedema o a las enfermedades venosas, pese a que pueden permanecer de pie 24 horas al día. circaid ha incorporado este concepto en sus productos creando soluciones para aumentar el cumplimiento del paciente y una mejor calidad de vida.