Deporte y movimiento
La debilidad venosa es en gran medida una cuestión de predisposición. Pero que se manifiesten las varices o no depende sobre todo de cuán en forma estén sus venas.
Textualmente: las paredes venosas se mantienen elásticas cuando la musculatura que las rodea se entrena periódicamente. No se trata de hacer deporte durante horas. Con un par de minutos de gimnasia venosa programada al día puede poner sus venas en marcha. Si ya tiene alguna afección venosa y lleva medias de compresión ortopédicas, es importante que también las lleve mientras practica deporte. Las medias de compresión ortopédicas dan soporte a las venas y, gracias a la presión mecánica ejercida desde fuera, garantizan el flujo necesario para que las venas transporten la sangre de las piernas hacia el corazón. Es algo que no sólo se necesita en lo cotidiano, sino también al hacer deporte. Precisamente para las mujeres será interesante saber que, al hacer deporte, los leotardos de compresión realizan un masaje sobre las zonas problemáticas, como los glúteos y los muslos, que mejora la firmeza de los tejidos. Además, también mejoran la tensión de la musculatura en general, porque la actividad deportiva se realiza contra la resistencia de las medias.